jueves, 13 de noviembre de 2014

Danza en Creta


LA DANZA EN CRETA

La danza cretense tiene un extraño origen: se dice que los dioses se la enseñaron a los mortales para que mediante ella, pudieran alegrarse y honrarlos.

Entre uno de tantos mitos que forman su gran historia, constituye que favoreció el desarrollo de la primera civilización importante en Europa hace más de 2000 años.

La localización geográfica de la isla favorecerá la absorción de influencias de civilizaciones como Egipto, Siria, Asia Menor, y, a su vez, Creta influirá en la cultura Griega y a la cultura continental.



La danza fue importante en las celebraciones oficiales y en los acontecimientos de la vida privada. El pueblo cretense era pacífico, amante de la naturaleza,y entregado a rituales religiosos ancestrales, danza extática (que alcanza el éxtasis), de culto a la diosa madre (naturaleza) en forma de mujer, animales endemoniados, y algunos símbolos que intentaban imitar para representar este deseo de estar ligado al propio medio, como el árbol sagrado al que rendían culto, la espada, la doble hacha, las amapolas, los lirios etc.


En los bailes cretenses, con el culto a la naturaleza, participaban tanto hombres como mujeres, aunque tenía una deidad importante hacia el bando femenino (sobretodo en ámbitos religiosos) y ejercía un dominio sobre los elementos del medio y sobre la vida y la muerte; sin embargo, también eran importantes otras diosas como la de la vegetación, los deportes, las danzas rituales...



Tan importante era la danza, como el canto utilizado para ejecutarlas.

Los Curetes, que eran los jóvenes iniciados en los ritos religiosos, eran amantes de la danza y de los deportes, y asistían a la gran divinidad femenina a parte de realizar sus famosos rituales.

Los Corivantes (aquellos que van en armonía), tenían un papel importante en la historia cretense; eran bailarines con armadura, tocados por un casco rematado con una cresta que celebraban el culto a la diosa Cibeles bailando a ritmo de panderetas, cuernos, flautas y platillos, marcándolo con los pies.



SUS CREENCIAS:

Es muy importante en esta cultura la figura del laberinto y también la del toro como símbolo del sol (que su arena y orquestra se convirtiera en lugar de actuación para la danza mimética) o de la fuerza y la virilidad.
El bailarín (que combinaba acrobacias y baile) disfrazado de toro, representaba el movimiento del sol de modo naturalista, dando lugar a la TAUROKATHAPSIA (significado religioso del toro, que se encontraban sobretodo en los rituales de la India hasta el Mediterráneo): los bailarines simulaban ser toros y algunas mujeres se enfrentaban a estos grandes animales, apoyándose en sus cuernos para realizar el salto acrobático sobre el toro, muy representado en la cultura minoica.



Estas afirmaciones pueden saberse gracias a los frescos de palacios cretenses que mostraban el auge de estas culturas.
Gracias a esto, también podemos saber que los bailarines saltaban, giraban, flexionaban las rodillas, danzaban en círculo o en procesión. Los brazos estaban en oposición (en horizontal y antebrazos flexionados uno hacia arriba y otro hacia abajo) y las palmas oferentes (dadas en las culturas del entorno)

Otras danzas míticas también son las relacionadas con el minotauro (danzas circulares de Teseo) o las de tradición del laberinto (danzas bailadas de Platurco), de las que destacan las de Homero: que era una conexión entre la tradición de danza asociado con el laberinto y el diseño del famoso escudo de Aquiles → Danza del suelo.



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